Un fruto tropical con un sello muy mediterráneo

El aguacate es una fruta subtropical que ha conseguido perpetuarse en el territorio malagueño en las últimas décadas. Aunque hay algunas fincas productoras importantes en zonas como el Valle del Guadalhorce y la Sierra de las Nieves, la mayor concentración de aguacates se encuentra en la comarca de la Axarquía, sobre todo en su franja litoral. En términos municipales como Vélez-Málaga, Iznate, Algarrobo, Nerja o Torrox se han convertido en los últimos años en uno de los productos agropecuarios más importantes de Andalucía. De hecho, se dedican a su cultivo más de 6.000 hectáreas, que producen en torno a 60 millones de kilos de aguacates cada año. Variedades Aunque en el mundo existen unas 250 variedades de aguacate, en la zona oriental de la provincia de Málaga, la que mejor se ha adaptado es la Hass.

Se conoce a este tipo de aguacate como ‘la fruta del corazón’. Y no sólo porque se parezca al órgano sino también por ser muy beneficioso para la salud. Su consumo servirá para reducir el colesterol y proteger el sistema cardio-circulatorio. Esta variedad pasa del verde al color violeta oscuro (casi negro) al madurar. Tiene una piel dura, gruesa y áspera. Su pulpa es de un color verde amarillento, con un sabor que recuerda a los frutos secos. El aguacate del tipo Hass se caracteriza también por ser de menor tamaño, pero con una mayor proporción de pulpa. Su cosecha va desde el invierno a la primavera. Otras especies de aguacate que se dan con cierta frecuencia son la Bacon y la Reed. La primera es de una piel gruesa verde oscuro y llama la atención por ser una variedad estrecha y alargada. Es muy rico en grasas y se conserva más tiempo que otros tipos de esta frutas tropical. La recogida se hace entre noviembre y febrero. Por su parte, la Reed se diferencia especialmente por ser una fruta de gran tamaño y más redonda que otras variedades. El color de su piel es de un llamativo verde brillante, mientras que la pulpa desprende un aroma más suave que otros aguacates que se comercializan desde la provincia de Málaga. Su cosecha se realiza desde abril a julio aproximadamente. Hoy en día existen importantes empresas comercializadoras del aguacate en la comarca de la Axarquía, que distribuyen este producto en fresco, aunque en algunos casos también lo hacen con el producto elaborado en forma de guacamole. De esta forma, esta comarca malagueña se ha convertido en la principal zona proveedora de aguacates para Europa.

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Actualmente, la zona donde más cantidad se produce de este cultivo es la Axarquía. Ahí sobresale muy especialmente la franja más próxima litoral, con un clima más propicio para las variedades que allí se trabajan. Es el caso de los términos municipales de Benamargosa, Benamocarra o Vélez-Málaga, que se encuentran en el entorno del valle del río Vélez. A estas localidades también hay que sumar otras importantes como Rincón de la Victoria, Iznate, Frigiliana o Nerja, entre otros. Fuera de la Axarquía, este producto también se puede encontrar en Istán y en algunos pueblos del valle del Guadalhorce.

Fue introducido como cultivo desde la Estación Experimental de la Finca La Mayora, ubicada en Vélez-Málaga en la década de los años 70. En este casi medio siglo no sólo se ha convertido en una importante fuente de ingresos para cientos de agricultores sino que también ha modificado el paisaje de la zona. Hoy esto se puede ver en la denominada Ruta del Sol y del Aguacate, un itinerario axárquico muy consolidado

Originario de América del Sur, es considerado una de los mejores alimentos del mundo por sus valores antioxidantes. Además, no contiene grasa saturada y proporciona grasa monosaturada al organismo. El alto contenido en ácido oleico combinado con las grasas monosaturadas ayuda a regular nuestro nivel de colesterol. También tiene un interesante uso dermatológico, que se consigue a través de la elaboración de aceites de aguacate

El aguacate combina bien tanto con dulce como con salado. Normalmente se come en crudo en ensaladas, como acompañamiento de otros platos, rellenos, en cremas, gazpachos, mermeladas, combinados con frutas, en batido (en Benamargosa, elaboran con él el llamado ‘baticate’), y, por supuesto, guacamole. Las empresas malagueñas que lo convierten en esta tradicional receta mexicana añaden, eso sí, ingredientes muy mediterráneos, como el aceite de oliva o determinadas hierbas aromáticas. De este cultivo también se extraen otros productos, como un aceite para uso dermatológico o una miel de flor de aguacate, que se caracteriza por su color oscuro y su riqueza en hierro.