Un durazno con mucha historia en la Alta Axarquía

Desde mediados del siglo XIX se cultiva en la Alta Axarquía el melocotón. Concretamente, este frutal se introdujo en aquella época en las tierras de Periana. No es precisamente una fruta precisamente típica ni de la comarca ni de la provincia, pero ha conseguido consolidarse, junto al olivo verdial, como el emblema agrícola de esta acogedora localidad. Según se cuenta todavía hoy en el pueblo, este fruto veraniego fue introducido a mediados del siglo XIX por un vecino del pueblo, al que se le apodaba ‘El Rojo’. Éste lo llevó desde Argentina en una época en la que más que por melocotón se le conocía por durazno. Algunos textos aseguran que ‘El Rojo’ probó esta fruta en el país sudamericano y se quedó con un hueso para mostrárselo a sus vecinos.

Posteriormente, fue sembrado y de él salió el primer melocotonero de la villa. El nuevo cultivo fue calando entre los agricultores de Periana hasta conseguir ser una de las mayores explotaciones en la década de los años setenta. Muchos lo consideran como el melocotón de más calidad de España. Su sabor dulce y suave lo distingue de otros duraznos de la geografía nacional y así se reivindica cada año en la celebración del Día del Melocotón, que suele celebrarse en el pueblo durante el mes de agosto –en algunos años no se ha podido celebrar-.

Calidad

Aunque los propios perianenses tardaron en darse cuenta, el melocotón empezó a gozar de fama nacional en el último cuarto de siglo pasado, cuando su producción rondaba las cuatro mil toneladas por campaña. Hoy la cosecha es muy inferior, pero sigue siendo de gran calidad. Ni las sequías ni algunas plagas han conseguido mermar su singularidad. Desde este pueblo de la Axarquía se defiende la importancia del clima y las características del suelo para que ofrezcan una fruta con esas características diferenciadoras, que pasan no sólo por su sabor sino también por su olor y su color. Por esa razón, hoy no cabe duda de que el melocotón malagueño es de Periana. Esta fruta, que hoy se vende en el propio pueblo y en su entorno, se suele consumir cruda, aunque en Periana, sobre todo en el Día del Melocotón, es frecuente que se añada a la sangría o como ingrediente principal de algún postre.

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El cultivo del melocotón cuajó con excelentes resultados en el territorio de Periana. Entre otras razones, esa buena adaptación se pudo deber al clima suave de este pueblo de la Alta Axarquía, con lluvias relativamente abundantes en invierno, pero con temperaturas agradables durante casi todo el año. A ello hay que unir la riqueza acuífera de su territorio, que es atravesado por las abundantes aguas del río Guaro, que desemboca en el pantano de La Viñuela. Estos elementos podrían otorgar a esta zona de la provincia de una fertilidad apropiada para el melocotón.

Según una leyenda, un vecino de Periana apodado ‘El Rojo’ fue la persona que introdujo el cultivo en la localidad. Lo hizo desde Argentina, donde fue para visitar a su hermano, que había emigrado años atrás. Allí fue donde probó esta fruta. Tanto le gustó que se guardó un hueso para mostrárselo a sus vecinos. Ese hueso fue la semilla del primer melocotonero que se plantó en Periana. Aunque esta historia no está del todo contrastada hoy es la versión que utilizan los vecinos de este pueblo axárquico para defender el origen del cultivo.

El melocotón es una fruta muy rica en fibra. Por ello, resulta muy apropiada para combatir el estreñimiento y mejorar el tránsito intestinal. Entre sus componentes minerales, están el potasio, el magnesio, el fósforo e incluso el yodo. Como evidencia su color anaranjado, también es una importante fuente de carotinoides. Entre las vitaminas presentes en el melocotón, la más común es la C, aunque también tiene A y E. Las tres junto a sus componentes en selenio y zinc sirven para evitar el envejecimiento de las células.