Quizás el gazpacho y la porra antequerana sean unos de los platos malagueños más tradicionales de nuestra provincia. Para su producción se suelen incluir productos elaborados en nuestra provincia como es el tomate, pimiento, aceite, ajo, jamón serrano y huevo principalmente, aunque dependiendo del lugar donde comamos las sopas algunos ingredientes pueden variar. Podemos distinguir en Málaga varios tipos de sopas según Fernando Rueda García en su libro ‘La cocina popular de Málaga’ escribe en su libro a modo de recetas:

Gazpacho: tanto en frío como en caliente, está muy difundido principalmente por los pueblos de la Serranía y otros de la zona norte de la provincia como Cañete la Real o Campillos. Una variante de la comarca se denomina sopa tostá.

Gazpachuelo: el mismo autor dice que este plato es ‘reciclados de sobras y por ello humilde, sabio y agradecido’. Además, comenta que en los pueblos se le conocía como la sopita de los difuntos pues, por ser rápida y reconfortante, era habitual en los funerales que se hacían en las casas, de ahí en refrán: Gazpachuelo, comida de duelos.

Ajoblanco: este plato es causa de fiesta en el pueblo de Almáchar, se tomaba con lo que se podía coger del terreno; es decir, un racimo de uvas moscatel que, al contrario de lo que se cree, no se echaban en la sopa, se desgranaban del mismo racimo directamente a la boca entre sorbo y sorbo del refrescante y nutriendo ajoblanco. Las leyendas con la que se encumbran los platos tradicionales a la búsqueda de su carácter identitario cuentan del ajoblanco que, a finales del s. XIX un ingeniero que hacia su trabajo de catastro rústico por los pechos de la zona de Almáchar en pleno verano, probó un tazón de ajoblanco que le ofreció una mujer para refrescarse y, ésta quedó tan sorprendida que, cuando regresó a la capital, difundió la sencilla receta.

Sopas perotas: es el plato por excelencia en la comarca del Valle del Guadalhorce y, más especialmente en Álora. Se elabora como antaño lo hacían los jornaleros en su descanso para comer y con los ingredientes con los que disponían: tomate, pan, cebolla, ajo, pimiento, hierbabuena, azafrán y pimienta molida.

Sopa Mondeña: una de las peculiaridades de esta sopa es el uso de los llamados tomates de culo o tomates que dejan secar y deshidratar. Después, como es normal, cada familia le incorpora su toque o su versión, de tal modo que se puede encontrar con unas patatas, si es temporada unas habas verdes, o incluso, quien le incorpora unas almejas; pero todas terminan con el clásico sopear que es tradicional de este tipo de sopas.

Sopas Cachorreñas: en la provincia se preparan de varias formas estas sopas, pero siempre aliñadas de la naranja agria, tanto del zumo como de su cáscara, seca o fresca. Esta manera es propia de Cártama y su comarca.

Sopa de los Siete Ramales: Esta sopa es la mas tradicional de los pueblos vecinos de Junquera y El Burgo. La proximidad con Alozaina y la entrada natural al interior y la Serranía por la comarca del Guadalhorce, hace posible que exista una fuerte similitud en los platos tradicionales; en este caso, las sopas de caldo nominar, perotas, solitas y mojete. Se cuenta que el nombre de siete ramales obedece a los siete ingredientes principales: pan, tomates, pimientos, cebolla, ajo, espárragos, estos no son de obligado cumplimiento y sin aceite no se podrían elaborar.

En lo que se refiere a porra, encontramos la denominada ‘porra antequerana’ propia de los pueblos de la comarca de Antequera que recibe el nombre del instrumento con el que se labraban en el tornillo o mortero; es decir, la mano, maja o porra del mortero. También llamada porra fría para diferenciarse de la porra caliente que lleva los mismos ingredientes, pero sofritos y acompañados de morcilla o tocino.

 

 

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