Safrina, el azafrán natural protagonista de guisos tradicionales y de las últimas tendencias culinarias
Asentados en Málaga desde hace más de veinte años, envasan y distribuyen más de nueve toneladas de azafrán al año a grandes mercados nacionales e internacionales.

Safrina es el nombre comercial de uno de los productos más apreciados por los cocineros, quienes en los últimos años han devuelto al azafrán el protagonismo que ocupó en la antigüedad, cuyo cultivo data de hace tres mil años. Safrina pertenece al grupo Triselecta, uno de los mayores envasadores y distribuidores de marcas de azafrán a nivel internacional, y está asentada en el municipio malagueño de Torremolinos desde hace más de veinte años. Desde sus comienzos ha volcado todos sus esfuerzos en recuperar el sabor de las recetas tradicionales y deslumbrar a grandes cocineros de vanguardia a través de su producto estrella: el azafrán.

Se necesitan alrededor de 150.000 flores para recoger un kilo de azafrán, pero con solo medio gramo se pueden condimentar entre quince y veinte platos. El azafrán Safrina es un producto cien por cien natural, sin aditivos ni colorantes artificiales, que posee muchas propiedades beneficiosas para la salud, aportando además un sabor, color y aroma insustituible.
Recuperando buenos hábitos

Juan Antonio de la Coba, director comercial e ingeniero agrónomo de Triselecta, cuenta que la primera marca que comercializaron se llamaba Azafrán Natural Artesano, pero con el tiempo, una profunda renovación y modernización, así como de una continua evolución y esfuerzo por mejorar sus productos nace Safrina. Además de su conocido azafrán, Triselecta comercializa otros productos como un sazonador de paella, que no contiene ni sal ni colorantes, y pimentón ahumado de la Vera. Estos condimentos, bajo sus dos marcas, Triselecta y Safrina, se encuentran disponibles al público en cadenas de alimentación, y también entre los distribuidores del canal HORECA. Al mismo tiempo, se están haciendo cada vez más visibles en las tiendas gourmet.
Esta pequeña compañía de quince trabajadores comercializa nueve toneladas de azafrán anuales en los mercados internacionales, siendo sus principales mercados países como Argentina, Estados Unidos, Suecia, Japón o Austria. El propósito de la compañía, además de seguir creciendo internacionalmente, es asentarse en el mercado nacional, mantener la calidad de sus productos y adaptarse a las necesidades de los clientes, “desarrollando envases adecuados a su consumo a un precio muy atractivo”, afirma de la Coba.
“El azafrán fue, durante muchos años, un producto olvidado debido a una mala promoción, en la cual se concebía como un condimento caro que no se podía usar todos los días”, asegura de la Coba. “Sin embargo, durante estas dos décadas hemos podido ir viendo cómo los buenos hábitos de antaño se han recuperado y el azafrán se ha ido asentando en el mercado”. Hoy día podemos disfrutar de sus cualidades y de ese sabor y aroma tan peculiar en arroces y paellas, guisos, pescados, repostería, postres, como el arroz con leche, e incluso helados. “La sepia con patatas y azafrán o una mermelada de azahar y azafrán son dos recetas sencillas que se convierten en manjares en tu mesa”, asegura de la Coba.
Cultivar azafrán en Málaga y Souvenir con sabor

La compañía se siente muy vinculada a Málaga, y por ello quiere seguir creciendo en la comarca. Para ello, y desde hace unos meses está manteniendo contactos con agricultores y asociaciones de la provincia con el objeto de que se implanten cultivos de azafrán y adquiriendo el compromiso de comprarles toda la producción.

Este deseo de seguir aumentado su presencia en Málaga, hace que Triselecta tenga en mente abrir una tienda física en la provincia de Málaga, al igual que hicieron hace unos años en el mercado central de Valencia. “Otra idea novedosa es un pack denominado Sabores de España, compuesto por azafrán y pimentón ahumado y que se presenta como un buen recuerdo que los turistas pueden llevarse de nuestra tierra”.

Las instalaciones de Safrina cuentan con una tecnología y unos sistemas de transformación muy avanzados para llevar a cabo todo el proceso hasta su envasado. No obstante, cabe destacar que disponen de una línea de molienda única en el mundo, caracterizada por realizarse a baja temperatura y con bajo contenido en oxígeno, lo que permite mantener el azafrán en unas cualidades óptimas.
Los sistemas de calidad en la industria alimentaria son muy rigurosos, “y desde el principio siempre estuvimos muy atentos a ello”. Pero desde hace diez años tenemos implantado el sistema IFS, que es un certificado de referencia en el sector alimentario, con un grado de cumplimiento muy elevado. “También estamos certificados en la ISO 9001 de Calidad y en la 14001 de Respeto al Medio Ambiente, un certificado para una producción ecológica”, explica de la Coba.
Por otra parte, Juan Antonio de la Coba declara que las ferias se han convertido en espacios muy alentadores para abrir canales de comunicación tanto con los chefs y profesionales de la hostelería como con distribuidores y comercializadores de todo el mundo. Han estado presentes en el Salón H&T, en Madrid Fusión y en el Salón Gourmet desde que en mayo de 2017 se adhirieron a Sabor a Málaga, marca creada por la Diputación de Málaga, y ha observado que en los últimos años el azafrán es un producto muy valorado y despierta reacciones muy interesantes. “Cada vez es más común ver nuestro azafrán en recetas de procedencia italiana como el risotto y es probable que en breve lo veamos en el pan, ya que en Suecia hay panes que se hacen con azafrán”, apunta como curiosidad.